En los últimos años los países de la región han vivido momentos de convulsión e inestabilidad, lo que genera un ambiente de tensión en los pueblos. Esto se ha visto reflejado, sin duda alguna, en el nivel de disfrute de los derechos humanos de la población. Adicional a esto existe la poca voluntad de algunos gobernantes y una mezquina colaboración en pro del fortalecimiento de los mecanismos internacionales de defensa de los derechos humanos.
De ahí que la CIDH se convierte en un organismo fiscalizador de los derechos humanos, y de la aplicación de herramientas que faciliten la efectividad del Sistema de protección. Se logra con esto mantener alerta a los Estados sobre su responsabilidad en garantizar el disfrute de los derechos de su gente, así como gestionar amonestaciones a aquellos que incurran en la violación de los mismos.
Para nosotros en República Dominicana, y especialmente para la población descendiente de migrantes haitianos y población de origen Afro, la Comisión Inter-Americana de Derechos Humanos ha sido de vital importancia. Tanto que de no existir se reducirían ligeramente los compromisos que el Estado pobremente ha ido asumiendo, con relación a nuestra situación.
RECONOCIDO entiende que, sin un aliado como la CIDH, las posibilidades de alertar y/o someter al Estado al cumplimiento de sus obligaciones, a través de la supervisión periódica y recomendaciones, son menos. En momentos en que nuestras autoridades se muestran renuentes a reconocer que hay un problema que hay que buscarle solución.
El rol de la CIDH en toda América es notorio, especialmente en las poblaciones más vulnerables. Por ello los Estados y gobiernos comprometidos con su gente deben acceder al llamado de socorrer a ese tan importante organismo.
En nuestro caso instamos al Estado Dominicano a asumir el compromiso de promover el fortalecimiento de dicho organismo. Es hora de que empecemos a ponerle carácter a esta situación que tanto mal traerá a los pueblos de nuestra América. Todos, mostremos el interés en proteger al ser humano que habita nuestras región.
Le recordamos a nuestro país que ese organismo tiene muchos casos de violación de derechos en dominicana bajo observación, casos a los que les ha venido dando seguimiento muy de cerca en los últimos años. Nos hemos hecho la pregunta de ¿Qué pasará con las víctimas si desaparece la Comisión, o si no tiene la capacidad de darles seguimiento? Muchos de esos casos son nuestros.
Poblaciones indígenas, Afros-descendientes, GLBT, Mujeres y demás grupos excluidos; alcemos la voz para que nuestros gobernantes no nos dejen a la intemperie y asuman su compromiso económica con CIDH.