El escandaloso caso de la estudiante Paola Apolon Janvier estalló recientemente, luego de que asistiera a un conocido programa de televisión a fines de noviembre para exponer su caso. Paola Apolon Janvier, joven dominicana de ascendencia haitiana, nacida en Villa Mella, cursaba estudios de sexto semestre de Medicina, cuando se enteró de que las autoridades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo le exigían un pago equivalente a 3800 dólares estadounidenses para poder continuar sus estudios. A pesar de que inicialmente sus pagos por concepto de la matrícula se habían procesado reconociendo su condición de dominicana, la universidad posteriormente pasó a considerarla extranjera y a endosarle una enorme deuda, en base a las altísimas tarifas que se cobran a los estudiantes universitarios extranjeros en la universidad pública.
Como es sabido, en República Dominicana existe desde hace décadas una política racista de desnacionalización en perjuicio de las personas dominicanas de ascendencia, que ha tenido como consecuencia la consolidación de la mayor población en situación de apatridia en todo el hemisferio. Esta política se inició con medidas arbitrarias de funcionarios racistas en los registros civiles, fue seguida por medidas administrativas de la JCE, posteriormente se modificó la Constitución en 2010 para bloquear el acceso a la nacionalidad a las personas nacidas en el país de padres y madres de origen haitiano, y finalmente en 2013 se emitió la sentencia inconstitucional y racista 168-13 que desnacionalizó a más de doscientas mil personas. La posterior Ley 169-14 vino a consolidar esa desnacionalización, planteando como vía para la superación de la apatridia una naturalización especial. En ese marco, es muy grave que la UASD no contemple una política específica para respetar el derecho a la educación de las personas dominicanas de ascendencia haitiana.
En tal sentido, la UASD debería contar con una política específica para garantizar la no extranjerización y la no exclusión de la educación universitaria de las personas dominicanas de ascendencia haitiana, para evitar la asimilación de la institución a las políticas de discriminación racial que configuran una opresión estructural y un régimen que de acuerdo con la legalidad internacional está caracterizado como de apartheid.
Nos solidarizamos con Paola Apolon Janvier y llamamos a las organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales a acompañarla y apoyarla en su lucha por hacer valer su derecho a la educación universitaria.