La escalada de violencia en Haití exige protección para los migrantes y solicitantes de asilo

 

Declaración de la Red Hemisférica por los Derechos de las y los Migrantes Haitianos

21 de mayo de 2024,  Las Américas.

Nosotros/as integrantes de la Red Hemisférica por los Derechos de las y los Migrantes Haitianos (Rezo Emisferik pou Dwa Migran Ayisyen – REDMA), una coalición transnacional de líderes por los derechos de las y los migrantes haitianos y organizaciones dirigidas por haitianos, que luchan por los derechos de las y los refugiados y migrantes haitianos. Estamos presentes en 13 países del hemisferio occidental, incluido Haití. Hoy en día, la violencia en Haití se ha intensificado drásticamente y se necesita refugio seguro de forma aún más desesperada. A pesar de la violencia generalizada y el aumento de la persecución en Haití, los países del Hemisferio continúan rechazando y discriminando a los haitianos que buscan refugio en sus territorios. Pedimos que nuestros vecinos de la región respeten los derechos de las y los migrantes y solicitantes de asilo haitianos.

En los últimos años, la violencia y la inseguridad provocadas por losparamilitares (mal llamadas en los medios “bandas armadas”)han aterrorizado a la población de Haití y las han desplazado, tanto internamente como a través de las fronteras. La violencia se intensificó a finales de febrero de 2024, y los paramilitares atacaron infraestructuras críticas, como aeropuertos, puertos y comisarías de policía. A finales de marzo, aproximadamente 2.500 personas han sido asesinadas debido a las heridas por la violencia de las bandas en 2024. Dos meses después, la violencia persiste. Más de 360.000 personas han sido desplazadas internamente. Se ha decretado el estado de emergencia durante más de dos meses. Escuelas, mercados y hospitales han sido cerrado debido a la violencia;  los secuestros, los asesinatos impunes y la violencia sexual que infunden miedo en la vida cotidiana de los haitianos.

Nos horroriza ver cómo varios países, entre ellos la República Dominicana, Estados Unidos, Bahamas y Turcas y Caicos, continúan con las interdicciones, repatriaciones y deportaciones de las y los haitianos en este momento crítico, violando las obligaciones de no devolución. La deportación por parte del gobierno estadounidense de más de 50 personas a Haití por vía aérea el jueves 19 de abril – menos de una semana después de que Estados Unidos concluyera sus vuelos de evacuación de sus propios ciudadanos – y mientras el aeropuerto internacional de Puerto Príncipe permanecía cerrado, es, para nosotros, la máxima y asombrosa expresión de su insensibilidad, depravación e hipocresía. El gobierno estadounidense devolvió a los haitianos al mismo nivel de peligro que consideraba inaceptable e insostenible para sus propios ciudadanos. La República Dominicana “cerró” sus fronteras aéreas y terrestres con Haití mientras las deportaciones de su gobierno continúan sin cesar. Estas deportaciones, tanto  la interceptación y repatriación por parte de Estados Unidos de 65 haitianos, as el 12 de marzo, así como la repatriación por parte de Bahamas de 263 haitianas y haitianos en barco el 20 de marzo (medida adoptada desde que se suspendieron los viajes aéreos internacionales) muestran un profundo desprecio por la vida y los derechos humanos de las y los haitianos. También violan obligaciones legales y de tratados internacionales.

Las autoridades de inmigración violan a menudo los derechos y la dignidad de las y los haitianos en el proceso de detención y deportación. Como han documentado muchas de nuestras organizaciones miembros, entre ellas Groupe d’Appui aux Rapatriés et Refugiés (GARR), las violaciones contra las y los haitianos en la República Dominicana son cada vez más habituales y generalizadas. Más de 250.000 haitianos, as fueron deportados de la República Dominicana el año pasado. Las mujeres y las niñas y niños haitianos han sido víctimas de violaciones reiteradas por parte de las autoridades, incluidas las de inmigración. Desde hace más de dos años, la República Dominicana lleva a cabo redadas de inmigración intencionadas en clínicas de maternidad y hospitales para detener y deportar a mujeres embarazadas haitianas. En abril de 2024, una niña haitiana de 14 años y su familia denunciaron a la policía que había sido violada por un hombre que se presentó como agente de inmigración en la República Dominicana. En septiembre de 2023, un agente de inmigración fue detenido por violar a una mujer haitiana en presencia de su hijo de 4 años en el aeropuerto internacional de Las Américas, en Santo Domingo, la capital dominicana. No se trata de incidentes aislados, sino que apuntan a la deshumanización y los abusos sistemáticos contra la población haitiana por parte del gobierno dominicano y las autoridades de inmigración.

Nosotros, la Red Hemisférica por los Derechos de los Migrantes Haitianos, hacemos y ampliamos las siguientes demandas:

Nos unimos y amplificamos la reciente carta abierta al gobierno de la República Dominicana  lanzada por  Amnistía Internacional en colaboración con  miembros de nuestra red de Reconocido y #HaitianosRD,   la cual describe las violaciones de derechos humanos que se están llevando a cabo contra activistas de derechos humanos, haitianos/as en movilidad, y dominicanos/as de ascendencia haitiana. Nos unimos a su llamado para que cesen las expulsiones colectivas y las políticas migratorias racistas de facto del gobierno.

Denunciamos y condenamos los anuncios del gobierno estadounidense de que está dispuesto a ampliar el uso de Guantánamo si se produce un repunte de los intentos de llegar a Estados Unidos en barco desde Haití.  Haitian Women for Haitian Refugees, una de nuestras organizaciones miembro, que contó con varios miembros de su personal que fueron testigos directos de los horrores y las violaciones de derechos humanos que se produjeron en la década de 1990, cuando Guantánamo se utilizó para detener a miles de haitianas y haitianos que huían de la violencia. La propuesta de ampliar su uso – de nuevo en respuesta al temor de que lleguen cuerpos negros a las costas estadounidenses – es una afrenta a la comunidad haitiano-estadounidense y a los defensores de los derechos humanos de todo el mundo. Las y los haitianos que intentan llegar a las costas estadounidenses en barco ya se enfrentan a una discriminación sistemática debido a la falta de traduccion e interpretación de su idioma nativa. En una investigación de 2023 sobre el trato de los guardacostas estadounidenses a los menores no acompañados, varios funcionarios de la Guardia Costera y de inmigración reconocieron que las y los haitianos “se enfrentan a una desventaja sistemática a la hora de solicitar protección, ya que casi nadie de los que trabajan en los barcos de la Guardia Costera habla o entiende el creole haitiano.”

Nos unimos y ampliamos las demandas que nuestro miembro de la red, Haitian Bridge Alliance, hizo en una carta enviada al gobierno de los Estados Unidos el 26 de marzo de 2024, pidiendo una nueva designación del Estatus de Protección Temporal para las y los haitianos, una liberación inmediata de las y los haitianos detenidos, y para acelerar el procesamiento de la reunificación familiar de las y los haitianos y las solicitudes de libertad condicional humanitaria. Hacemos un llamado a todos los gobiernos de la región para que amplíen inmediatamente las oportunidades de reunificación familiar.

Llamamos a los gobiernos de todo el hemisferio occidental para que amplíen las protecciones jurídicas que sus países ofrecen a los nacionales haitianos. Hay una necesidad urgente de ampliar el asilo y el estatuto de refugiado, y de ampliar las protecciones contra la deportación y la detención. Deben detenerse TODAS las deportaciones y expulsiones a Haití. 

Hacemos un llamado a todos los países signatarios de la Declaración de Cartagena para que reconozcan que los nacionales haitianos merecen las protecciones que la Declaración les otorga. Acogemos con satisfacción y afirmamos el análisis y el informe publicado recientemente por el centro mexicano de derechos humanos, CDH Fray Matías, y la Clínica de Justicia Global de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, que muestra por qué México debe conceder a los haitianos la protección de refugiados en virtud de la Declaración de Cartagena para cumplir con sus obligaciones legales.

Acogemos las nuevas directrices del ACNUR sobre las consideraciones de protección internacional para las personas que huyen de Haití y su reconocimiento de que hay varias categorías de personas haitianas que probablemente reúnan los requisitos para el asilo en virtud de la Convención sobre los Refugiados de 1951, así como pruebas significativas de “violencia generalizada, violaciones masivas de los derechos humanos… y otras circunstancias que perturban gravemente el orden público” en Haití, circunstancias que califican a alguien como refugiado en virtud de la Declaración de Cartagena. El ACNUR también reiteró su llamamiento de noviembre de 2022 para detener las deportaciones y las devoluciones forzosas a Haití. Creemos que es fundamental reconocer que los haitianos han estado huyendo de la violencia y el deterioro de las condiciones descritas en la orientación del ACNUR durante varios años, e independientemente de cuándo se fueron, no hay ninguna posibilidad segura de retorno en este momento.

Hacemos un llamado a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, y a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para que acompañen sus recientes pronunciamientos con la provisión de más apoyo material y legal a los refugiados haitianos en toda la región. La migración haitiana se ha transformado hasta abarcar todo el hemisferio y requiere soluciones hemisféricas. Debería establecerse un mecanismo regional para las y los haitianos, como la plataforma R4V coordinada por el ACNUR y la OIM para los venezolanos, para empezar a remediar el prolongado fracaso de la deplorable insuficiencia de protección y apoyo para ellos en la región. Hace tiempo que se necesita un análisis exhaustivo de las necesidades y un mecanismo de financiación coordinado para las y los migrantes haitianos, como el que R4V ha facilitado para los venezolanos.

Hacemos un llamado a quienes buscan solidarizarse con las y los migrantes haitianos y afrodescendientes para que condenen la inacción de los gobiernos de sus países y exijan políticas de acogida y protección para los haitianos. A menudo se reconoce y recuerda a Haití como el antepasado o la madre de las libertades de tantas personas, tanto de la diáspora africana como de América Latina. Pero que el recuerdo no sea el único compromiso. Nuestros hermanos y hermanas haitianos necesitan una solidaridad que no se limite a la retórica, sino que vaya acompañada de una mayor protección de la inmigración. Como han descubierto a cada paso las y los migrantes y solicitantes de asilo haitianos, la anti-negritud (y el antihaitianismo) no conoce fronteras. La solidaridad tampoco debe conocerlas.

Ha llegado el momento de poner fin al prolongado trato discriminatorio y racista de los nacionales haitianos y tratarlos con el entendimiento de que todos somos personas que buscamos sobrevivir para nuestros hijos y para nuestros seres queridos. Las y los refugiados haitianos no deben seguir siendo objeto de violencia y abandono.

Los siguientes miembros de la Red Hemisférica por los Derechos de las y los Migrantes Haitianos (ordenados alfabéticamente, por apellido y organización):

 Gabrielle Apollon, Global Justice Clinic, NYU School of Law* (Estados Unidos de América)

Sharma Aurelien (Canadá)

Ana Maria Belique, Movimiento Reconocido (República Dominicana)

Katia Bonte, Groupe d’Appui aux Rapatriés et Refugiés (GARR) (Haití)

Jean Wilnick Cadet, União Social dos Imigrantes haitianos (Brasil)

Myrtha Désulmé, Haiti-Jamaica Society (Jamaica)

Marie Etienne, Haitian Association of Barbados Inc. (Barbados)

Rose Taïna Exant, Haitian Women for Haitian Refugees (Estados Unidos de América)

Krystina François, City University of New York Graduate School and Baruch College, Department of Political Science  (Estados Unidos de América)

 Fundación Cónclave Investigativo de las Ciencias Jurídicas Y Sociales (CIJYS) (Chile)

Haitian Women for Haitian Refugees (Estados Unidos de América)

Louby Georges, The Flipside (Bahamas)

Aline Gue (Estados Unidos de América)

Sam Guillaume, Groupe d’Appui aux Rapatriés et Refugiés (Haití)

Jackson Jean, Programa de Investigación y Extensión sobre Afrodescendientes y Estudios Afrodiasporicos (UNIAFRO/EIDAES/UNSAM) (Argentina)

Jean Eric Joseph, Associação dos Haitianos na Lomba do Pinheiro (Brasil)

Roudy Joseph, #HaitianosRD (República Dominicana)

Guerline Jozef, Haitian Bridge Alliance (Estados Unidos de América)

Colette Lespinasse, Foyer Maurice Sixto (Haití)

Victor Louidor, Centro de Derechos Fray Matías de Cordova (México)

Wooldy Louidor, Pontificia Universidad Javeriana (Colombia)  

Norveline Norvin, Association of Haitian Nationals in Guyana (Guayana)

Wendy Osirus, Conseille de Migrants et de la Diáspora Haitienne International (COMIDHI) (República Dominicana)

Jean Claude Pierre-Paul, Creolofoni (Canadá)

*Las comunicaciones firmadas por las clínicas jurídicas de la NYU no pretenden representar las opiniones de la escuela, si las hubiera.