Movimiento Reconocido publica testimonios sobre el impacto de la apatridia
El Movimiento Reconocido realizó, durante los meses de septiembre y octubre, varios encuentros con alrededor de 300 jóvenes dominicanos de ascendencia haitiana, integrantes del llamado Grupo B de la Ley 169-14, provenientes de diferentes bateyes cercanos a San Pedro de Macorís, Los Llanos y Bayaguana. Tal y como destaca la organización en su página web, los testimonios “forman parte de nuestra historia de marginación y resistencia ante un Estado que quiere borrarnos y negarnos la ciudadanía, simplemente por ser personas negras, personas con padres, madres, abuelos y abuelas haitianas”.
Al publicar estos testimonios, los nombres fueron modificados por razones de seguridad, ante la ola represiva que desarrolla el gobierno de Luis Abinader en contra de la comunidad inmigrante haitiana y las personas dominicanas de ascendencia haitiana, contexto en el que aumentan las detenciones arbitrarias de personas dominicanas negras por parte de agentes migratorios, policiales y militares.
Destacan el testimonio de “Isidro”, un joven dominicano de 17 años que fue enviado a Haití y estuvo alrededor de cuatro años viviendo en el vecino país, hasta que logró regresar y alcanzar el octavo grado de escolaridad. “Ángela”, de 22 años, narra que no pudo realizar estudios universitarios y perdió un trabajo al vencerse su carnet del plan de regularización de la Ley 169-14. Pese a realizar todos los trámites para la obtención de su cédula, no ha sido posible obtenerla. “Todos mis hermanos están pasando por esa misma situación, tienen cédulas, pero vencidas. Somos ocho hermanos y cuatro tienen cédula del plan y cuatro solo tenemos acta del plan. Tengo mucho miedo de salir a la calle [ante el peligro de] ser deportada a Haití, ya que no conozco a nadie allá”, explicó.
“Alicia”, de 34 años, narró la discriminación racista sufrida en el sistema educativo. Al dar a luz por primera vez, las autoridades del Hospital Regional Antonio Musa retuvieron su bebé hasta que el padre, también dominicano, pero con cédula vigente, intercedió. “A veces que uno va para Bávaro a buscar trabajo y le dicen que con esos documentos uno no puede trabajar, que no vale la pena. Tenemos que reclamar nuestros derechos, lo que está pasando con los demás, no solo soy yo, todos nosotros somos seres humanos que necesitamos reclamar nuestros derechos. El gobierno creó esta situación, porque somos negros y entonces al negro lo ignoran, como si no tenemos derechos. Debemos echar pa’lante, hacer un esfuerzo, hacer campaña y todo eso”, narró.
“Domitila”, de 30 años, narra que son cinco hermanos en la misma situación de apatridia. “Mis hijos yo los declaré, pero el más pequeño cuando yo fui a retirar el acta me dijeron que no lo podía retirar porque mi cédula está vencida y el papá también tiene la misma situación que yo, la cédula también está vencida, y no nos dieron el acta simplemente por eso. Pero sí lo declaramos”, explicó. “Yo no he podido trabajar más que en una casa de familia, porque a veces no te piden tantos requisitos. Pero estoy desempleada ahora”, agrega.
“El gobierno es el que tiene el poder para dejarnos en la oscuridad o darnos un poco de luz, porque las leyes las hacen ellos y cada vez que quieran hacer una ley, ellos la acomodan a sus intereses. Para resolver esta situación, lo primero es conocer nuestros derechos. Si no los conocemos, pasa justamente lo que está pasando ahora. Muchos todavía no saben que tienen derechos y por eso es que les están pisoteando sus derechos”, concluye “Domitila”.
El Movimiento Reconocido considera que los impactantes testimonios de la juventud afectada luego de la sentencia 168-13 ilustran una realidad extendida por todo el territorio nacional. Desde hace varios meses el Movimiento Reconocido viene recordando al Presidente Abinader su discurso durante el acto titulado “Abrazo solidario”, en el Aula magna de la UASD en el año 2013, evento en solidaridad con las personas de ascendencia haitiana. “Pero una vez que llegó al poder vino el “cambio”, en otras palabras, el abandono de la anterior posición de solidaridad con la comunidad dominicana de ascendencia haitiana. Lamentablemente el contraste no podría ser mayor entre su discurso de 2013 y la política actual del gobierno dominicano de persecución contra las personas haitianas y dominicanas de ascendencia haitiana, política que incluso ha generado críticas por parte de funcionarios de la ACNUR, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU y la embajada de EEUU en la República Dominicana”, denuncia el Movimiento.
“El decreto 668-22 que pone en peligro a las personas dominicanas de ascendencia haitiana que viven en los bateyes y las deportaciones masivas, en cuyo marco personas dominicanas de ascendencia haitiana han sufrido extorsión y detenciones arbitrarias, agravan nuestra situación de marginación y opresión generada por la sentencia 168-13”, concluye la organización de defensa de los derechos humanos.
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