En estos días ha hecho revuelo en las redes sociales un vídeo en el que la Vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández, hace un llamado a dominicanos y dominicanas radicados en Estados Unidos a apoyar a la candidata demócrata Hillary Clinton, en las elecciones presidenciales de ese país, a celebrarse el próximo 08 de noviembre.

Entre sus razones de motivación la Dra. Margarita  Cedeño resalta los aportes hechos por los migrantes latinoamericanos a la construcción y el desarrollo de los Estados Unidos, las conquistas de los estadounidenses de origen latino (especialmente dominicano), la amenaza que se avecina si el candidato republicano Donald Trump llega a la presidencia de ese país, entre otras motivaciones.

Hay que recordarle a la vicepresidenta Cedeño que, hace muy poco, el Estado Dominicano tomo la decisión de arrebatarle la nacionalidad a miles de dominicanos y dominicanas, y que ella nunca opinó en favor de la DIGNIDAD, el RESPETO; y mucho menos, el FUTURO de esos compatriotas suyos. Esos compatriotas que habitan el mismo suelo que ella, quienes colaboran día adía con el desarrollo de este país, cuyos padres cometieron un único pecado y fue el de migrar a RD y entregar sus vidas para hacer crecer la economía dominicana.

No, antes bien; se acusa de injerencista, entrometido, invasor, fusionista, entre otros calificativos despectivos, a cualquiera entidad internacional que cuestiona un crimen tan abominable, como el de despojar a miles de ciudadanos de su único medio de ser alguien en la vida, la NACIONALIDAD. Y si es un dominicano que lo reprocha, entonces es un traidor a la patria y, por ende, merece la muerte.

Entonces cabe preguntarle Dra. Margarita, ¿No tienen dignidad y merecen respeto los dominicanos de origen haitiano, como los estadounidenses de origen dominicano? ¿No tienen dignidad y merecen respeto los migrantes haitianos que han contribuido al desarrollo de este país, como los migrantes latinoamericanos que engrosan la economía norteamericana? O tal vez habría que preguntarle, ¿Que quiere realmente decir con esto, hay algo que no sepamos los dominicanos detrás de su “preocupación”? ó ¿No considera que esto sí que es un verdadero acto de injerencia?

Independientemente de cualquier razón, se deduce por lógica que, para usted; la dignidad, el respeto y el buen futuro, son conceptos relativos. Que siempre dependerá de quien o quienes se trate. Y que sus acciones nada más responderán a la conveniencia política que usted le vea. Esa actitud da pena.

En todo caso, esperamos a una vicepresidenta mucho más preocupada por el destino de los dominicanos/as dentro del país, que haga propuestas y emprenda acciones tendentes a solucionar los problemas de los ciudadanos/as que la eligieron para representar a su país la República Dominicana.

Aspiramos al compromiso, verdadero.