La elección del Estado dominicano al Consejo de Derechos Humanos de la ONU y la situación de DDHH en República Dominicana

El Estado dominicano, si tuviera interés en mostrar un mínimo compromiso con el respeto y la garantía de los derechos humanos, podría emprender acciones inmediatas para garantizar el derecho a la nacionalidad y el fin de la apatridia, el derecho a la pensión de los trabajadores cañeros y el fin del trabajo forzoso en la industria azucarera. De igual forma, podría constituir una comisión de la verdad para investigar, establecer responsabilidades y resarcir a las víctimas y sus descendientes de la represión durante las dictaduras de Trujillo y Balaguer, incluyendo la masacre racista de El Perejil de 1937, y crímenes de lesa humanidad del período considerado democrático como la masacre de abril de 1984, y desapariciones forzosas como la del profesor Narciso González.

A 10 años de la Sentencia racista 168-13 del Tribunal Constitucional Dominicano

A 10 años de la Sentencia racista 168-13 del Tribunal Constitucional Dominicano

Al cumplirse diez años de la sentencia 168-13 que de manera inconstitucional desnacionalizó a alrededor de doscientas mil personas dominicanas de ascendencia haitiana, la situación del país es de claro retroceso antidemocrático. Somos testigos de la aplicación generalizada por parte del gobierno encabezado por el presidente Abinader del perfilamiento racial y detenciones arbitrarias y extorsivas contra personas haitianas y dominicanas negras, detenciones masivas e ilegales de mujeres embarazadas, niños y niñas, allanamientos sin orden judicial, entre otras medidas que constituyen crímenes de lesa humanidad de acuerdo con el Estatuto de Roma firmado por la República Dominicana.

Una década de lucha y resistencia contra la sentencia 168-13

Una década de lucha y resistencia contra la sentencia 168-13

Hoy se cumplen 10 años de esa nefasta sentencia, que vino a validar todas las prácticas administrativas racistas de la JCE y violadoras de los derechos fundamentales de las personas dominicanas de ascendencia haitiana, así como décadas de racismo de Estado, incluyendo la masacre racista de 1937, y el trabajo forzoso que persiste hoy en la industria azucarera, la construcción y otros sectores de nuestra economía.

Racismo de Estado y Derechos Humanos en RD

Racismo de Estado y Derechos Humanos en RD

El presidente Luis Abinader mencionó en su discurso ante la Asamblea General de la ONU la candidatura del Estado dominicano al Consejo de Derechos Humanos. Lamentablemente el gobierno dominicano decidió no participar en la sesión de compromisos de los estados organizada por el Servicio Internacional para los Derechos Humanos y Amnistía Internacional, demostrando que no tiene un verdadero compromiso de discutir de forma pública y transparente su propuestas en materia de derechos humanos.

Denunciamos allanamientos y detenciones de dominicanos/as de ascendencia haitiana en El Seibo

Denunciamos allanamientos y detenciones de dominicanos/as de ascendencia haitiana en El Seibo

El Movimiento Reconocido llama la atención acerca de la ilegalidad de estos operativos en los que agentes de la DGM, militares y policías que intervienen carecen de identificación visible y no actúan de acuerdo con las disposiciones constitucionales y del reglamento de la Ley de Migración 285-04, que prescriben la obligatoriedad de que los agentes estén plenamente identificados, que indiquen las razones legales de la detención y solo practiquen allanamientos que estén debidamente autorizados por un tribunal y en presencia de fiscales del Ministerio Público.

Proyecto de electrificación de bateyes en El Seibo

Proyecto de electrificación de bateyes en El Seibo

Antes de la electrificación de Batey Brador y Batey 50, las personas tenían que viajar 25 minutos en motor y pagar a un colmado alrededor de 25 pesos para cargar un celular. Ahora pueden hacerlo desde sus casas. Adicionalmente, jóvenes de la comunidad recibieron preparación para realizar el mantenimiento a los paneles. A pesar de la política oficial de marginación contra los bateyes, las comunidades se abren paso a nuevos horizontes con su propia lucha.