Un conjunto de organizaciones y personas amigas del Dr. Genaro Rincón Mieses, expresaron sus más enérgicos repudios a la agresión de que fue víctima el Defensor de Derechos Humanos. Advertimos que esta agresión tiene todas las características de un intento de asesinato, motivado por odio racista, xenofobia antihaitiana y rechazo a la defensa de los derechos humanos de personas dominicanas de ascendencia haitiana desnacionalizadas.
Cerca de las ocho y media de la noche del día 25 de septiembre, el abogado defensor de los derechos humanos fue agredido verbalmente y físicamente por varios individuo que minutos antes habían abordado en el vehículo en que viajaba el profesional del derecho, próximo a la Villa Olímpica en el Municipio Santo Domingo Este, de la provincia de Santo Domingo.
Las expresiones vertidas por los agresores antes de proceder al ataque físico en contra de Genaro, es un indicativo de que el ataque mismo proviene de sectores que se sienten molestos por el trabajo que realiza este defensor de los derechos humanos desde hace varias décadas. La banda de asesinos que intentaron matar a Genaro, lo golpearon sin piedad, mientras lanzaban improperios en contra de los nacionales haitianos y sus familias y lo señalaban como su defensor y que era igual que ellos, por lo que debían matarlo.
Genaro recibió un fuertes golpes en la cabeza con un trozo de blocks, lo golpearon en la boca produciéndole una cortadura en la encía que requirió una sutura de varios puntos, también presenta contusiones en las costillas, en el pecho, brazos y manos.
Llamamos la atención de que Genaro fue víctima de un ataque racista, que fue orquestado por los sectores que llaman a matar a los traidores que defienden haitianos en el país, y reiteradamente los agresores expresaban que había que matar a los haitianos y sus defensores dominicanos.
No es primera vez que este abogado es agredido debido a la causa que defiende. Sin embargo, nunca los ataques habían pasado al plano físico como en esta ocasión. Genero fue el abogado que a finales de las décadas de los años noventa y principio los años 2000, asesoró la institución que dirigiera la extinta Sonia Pierre, en la defensa del derecho a la nacionalidad dominicana de personas de ascendencia haitiana, que tomo notoriedad con el caso de las Niñas Jean & Bosico vs. República Dominicana, y actualmente asesor Junto a los técnicos del Movimiento Socio Cultural para los Trabajadores Haitianos (MOSCTHA) y la Fundación Derechos Vigentes a la señora Juliana Deguis, primera desnacionalizada con la sentencia 168/13, recibiendo desde entonces ataques verbales, por su militancia y compromisos con esta causa.
Es preocupante y nos genera suspicacias que esta brutal agresión en contra de Genaro, ocurriera días después de que varias instituciones conmemoramos el 3er aniversario de la Sentencia 168-13, que desnacionalizó y dejó en condición de apátridas a cientos de miles de personas de ascendencia haitiana. El Dr. Rincón como de costumbre participó de manera activa en la planificación y ejecución de estas actividades.
Genaro fue agredido en momento que regresaba de participar en una reunión de seguimiento de las actividades que se realizó en ocasión del 3er aniversario de la sentencia TC-168-13, cabe recordar que Genaro fue el abogado principal del caso que genero la sentencia.
Instamos a las autoridades a abrir una investigación inmediata y exhaustiva sobre el ataque contra Genaro Rincón, y dar a conocer los resultados de las pesquisas que se lleven a cabo y llevar a los responsables, tanto materiales como intelectuales, ante la justicia y que paguen por este crimen.
Las autoridades están en el deber de adoptar medidas para brindar protección efectiva a Genaro Rincón y demás defensores y defensoras de los derechos humanos que trabajan contra la apatridía, de conformidad con los deseos de las propias personas afectadas y tal como está establecido en la Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos adoptada por la ONU en 1998;
Demandamos de las autoridades dominicanas adoptar públicamente una condena a las actitudes resistas y la retórica antihaitiana y cualquier forma de discriminación, y que se abstengan de utilizar lenguaje estigmatizador contra los defensores y defensoras de los derechos humanos que trabajan sobre el derecho a la nacionalidad.